En los últimos dos años, solo el 20% de las empresas españolas han aprovechado el crédito destinado a la Formación Programada para Empresas, según datos recogidos por EuropaPress. Este desaprovechamiento es especialmente significativo en el sector industrial, donde hasta un 50% del crédito total ha quedado sin utilizar. En un entorno competitivo y en constante evolución, la formación continua debería ser una prioridad, pero muchas empresas, especialmente las pymes, desconocen cómo sacar partido de esta herramienta.
El papel estratégico de la formación continua
La formación continua no es solo un gasto, sino una inversión en la productividad y competitividad de las empresas. Permite mejorar las aptitudes y competencias de las personas trabajadoras, lo que repercute directamente en la calidad de los productos o servicios ofrecidos. En sectores como el industrial, donde la innovación y la eficiencia son clave, el uso del crédito formativo debería ser una prioridad.
Qué está fallando
El escaso uso del crédito formativo tiene varias causas:
- Falta de información: Muchas empresas desconocen cómo acceder a estos recursos o cómo gestionarlos eficazmente.
- Prioridades erróneas: En algunos casos, la formación obligatoria, como la de prevención de riesgos laborales (PRL), ha consumido gran parte de los fondos disponibles. Sin embargo, desde la sentencia de la Audiencia Nacional de marzo de 2022, esta formación ya no es bonificable, lo que obliga a replantear la estrategia formativa.
- Complejidad en la gestión: Los trámites para acceder a las bonificaciones pueden ser percibidos como complicados, especialmente para pymes con recursos limitados.
Cómo acceder al crédito formativo
La gestión del crédito formativo puede ser un proceso complejo para muchas empresas, especialmente para las pequeñas y medianas. Grupo Futuro simplifica este procedimiento mediante un servicio integral que incluye:
- Cálculo del crédito disponible: Analizan las cuotas a la Seguridad Social de la empresa y determinan el crédito formativo que puede ser utilizado durante el año.
- Diseño de planes de formación personalizados: Proponen programas alineados con las necesidades y objetivos estratégicos de cada empresa, optimizando el uso del crédito.
- Tramitación y bonificación: Gestionan todos los trámites administrativos ante la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (Fundae), asegurando que la formación sea correctamente bonificada.
- Seguimiento y evaluación: Aseguran que cada plan formativo cumple con los requisitos legales y aporta valor real a la empresa.
Un recurso estratégico
La formación no debe ser vista como un mero requisito, sino como una herramienta estratégica para mejorar la productividad y competitividad. Las empresas que invierten en sus plantillas no solo cumplen con la normativa, sino que también obtienen un retorno significativo en términos de eficiencia y calidad.
¿Estás aprovechando el crédito formativo de tu empresa?
¡Este año no dejes pasar la oportunidad, no lo dejes para el último momento!