Nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario:
Todo lo que Necesitas Saber
La reciente aprobación de la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario marca un antes y un después en el sector de la alimentación. Esta normativa obliga a todas las empresas del sector a implementar medidas de prevención y formación, buscando no solo reducir el desperdicio, sino también fomentar una cultura de responsabilidad y sostenibilidad. En este artículo te explicamos en detalle de qué se trata la ley, sus puntos más relevantes, las sanciones que pueden aplicarse –incluyendo los diferentes tipos de sanciones– y la importancia de contar con una formación adecuada.
¿En qué consiste la ley?
La nueva legislación tiene como objetivo principal combatir el desperdicio alimentario en todas las etapas de la cadena de suministro. Entre sus propósitos se incluyen:
- Reducción de pérdidas: Establecer procedimientos que minimicen la generación de residuos durante la producción, distribución, comercialización y consumo de alimentos.
- Fomento de la donación y reciclaje: Incentivar la donación de excedentes a entidades sociales, la utilización de alimentos que, a pesar de cumplir con los estándares de seguridad, no son estéticamente perfectos, y la transformación de restos en biocombustibles o para la alimentación animal.
Concienciación y formación: Obligar a las empresas a formar a su personal y a desarrollar planes específicos que aseguren el cumplimiento de la normativa.
Puntos clave de la normativa
- Obligaciones para las empresas
La ley impone a todas las empresas que trabajan con alimentos la necesidad de elaborar un plan de prevención adaptado a sus procesos y características. Este plan debe incluir medidas para:
- Reducir la generación de residuos.
- Optimizar el almacenamiento y la distribución.
- Establecer protocolos claros para la donación y reutilización de excedentes.
- Fomento de la donación y el reciclaje
Una de las innovaciones de la ley es el incentivo a la donación de productos alimentarios que, aunque seguros para el consumo, no cumplen con ciertos estándares estéticos. Además, se promueve la transformación de residuos en productos útiles, como biocombustibles, lo que beneficia tanto al medio ambiente como a la economía circular.
- Medidas específicas para distintos sectores
- Bares y restaurantes: Deben ofrecer a su clientela envases gratuitos para que puedan llevarse las sobras, reduciendo así el desperdicio.
- Supermercados: Se insta a destinar los productos próximos a caducar a entidades sociales o a procesos de reutilización, en lugar de desecharlos.
- Formación obligatoria
La ley subraya la importancia de la capacitación del personal. Toda empresa debe asegurarse de que su plantilla esté debidamente formada en las nuevas medidas y procedimientos, garantizando así una correcta aplicación de las políticas de prevención del desperdicio.
Sanciones por incumplimiento y diferentes tipos de sanciones
El incumplimiento de las disposiciones establecidas en la ley puede acarrear sanciones económicas severas, que varían en función de la gravedad y el tipo de infracción. A continuación, se detallan los diferentes tipos de sanciones:
- Sanciones leves
- Multas mínimas: Para infracciones puntuales o leves, como la falta de documentación o pequeños errores en el plan de prevención, se pueden imponer sanciones que rondan los 2.000 euros.
- Amonestaciones y requerimientos: En ocasiones, además de la multa, se puede requerir a la empresa que corrija de manera inmediata los aspectos señalados.
- Sanciones moderadas
- Multas intermedias: Cuando se detectan incumplimientos recurrentes o que afecten a varios puntos críticos de la normativa, las sanciones pueden incrementarse, alcanzando cifras significativamente superiores.
- Medidas correctivas obligatorias: La autoridad puede imponer la implementación de mejoras específicas en los procesos y controles internos, además de las sanciones económicas.
- Sanciones graves
- Multas elevadas: En casos de infracciones graves o reiteradas, que pongan en riesgo la salud pública o demuestren una clara falta de compromiso con la normativa, las multas pueden llegar hasta 100.000 euros.
- Cierre temporal de establecimientos: En situaciones extremas, y para evitar mayores riesgos, se puede ordenar el cierre temporal de los locales o la suspensión de actividades hasta que se subsanen las deficiencias.
- Responsabilidad administrativa y penal: Además de las sanciones económicas, las personas responsables de la empresa podrían enfrentarse a procesos administrativos y, en ciertos casos, a responsabilidades penales.
Estas sanciones pretenden incentivar el cumplimiento estricto de la normativa, protegiendo tanto a las empresas responsables como al medio ambiente y a la sociedad en general.
La importancia de la formación en la nueva era del desperdicio alimentario
Frente a este nuevo escenario legal, la formación se convierte en un elemento imprescindible para las empresas del sector alimentario. Una capacitación adecuada permitirá:
- Comprender en profundidad la normativa y sus implicaciones para cada eslabón de la cadena.
- Implementar correctamente los planes de prevención, minimizando riesgos y sanciones.
- Optimizar los procesos internos, reduciendo costes y mejorando la eficiencia operativa.
- Fomentar una cultura de sostenibilidad que beneficie tanto al negocio como a la comunidad y al medio ambiente.
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